El segundo día de clase

[litago]

Segudo informe del Taller de Haiku con Mayores:
¡¡El grupo está contagiado!!
Tal vez sea la primavera, tal vez esa vibración especial y esa mirada calma que proporciona la vejez, tal vez sea la curiosidad o la seducción que ejerce esa música tan especial que acompaña el haiku, tal vez sea un poco de todo eso mezclado con mi gratitud....¡¡el taller fluye!!
En nuestro segundo día de clase, el grupo de mayores llegó con ganas (a pesar del calor y de la hora de comienzo (¡las 4 de la tarde!) y nos adentramos en otro de los aspectos fundamentales del haiku: aprender a mirar, entrenar nuestra mirada como haijines novatos.
Meditamos un poquito (no demasiado tiempo por el riesgo de entrar directamente en siestecilla) y ablandamos la mirada con la conciencia abierta, intentando no enjuiciar, ni decidir qué era bonito o feo, agradable o desagradable, interesante o aburrido....Nos paseamos, buscamos un encuadre, pintamos, escribimos, eliminamos y ¡¡nos quedamos con lo esencial!!
Ha sido un tiempo compartido que nos ha alisado el ánimo, dejándonos con una sensación de ligereza y de facilidad (¡¡a pesar de las risas, las dificultades, las autocríticas y las justificaciones!!).
Sigo emocionada.

[grego]

Qué interesante, litago, me alegro mucho de tu experiencia.

Creo que tu actitud entusiasta tiene mucho que ver con la marcha de este taller.