El derecho natural del boquiabierto

Para que los miembros del taller aporten materiales que consideren interesantes.
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Fernando Mora
gran paseante
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El derecho natural del boquiabierto

Mensaje por Fernando Mora »

Aquí os dejo un extracto del libro de
Vicente Gallego , Vivir el cuerpo de la realidad. Kairos 2013.

Todo comienza en este instante, y todo termina en este mismo instante...
Lo único que nos incumbe es estar vivos en esa pura inmediatez sin apoyos de la atención consciente y, desde ahí, vivirnos como cumple a la sinceridad del alma.
Ver la relatividad de todo en toda circunstancia es más que suficiente para vivir en paz y con alegría, no nos hace falta -y además es imposible- plantar tres tiendas en la cima misma de la luz de la vacuidad, en la cima del monte Tabor, como querían los tres apóstoles. El que se sabe uno con la vacuidad omnipresente sigue vendiendo sus patatas, le pide sal a la vecina cuando el vecino no los ve, quiere a su madre por ser la propia, y continúa, en fin, tranquilamente con lo suyo. Ahora bien, no se le vaya a preguntar qué juicio hace de su persona, del prójimo, del Gran Teatro de este mundo, porque este hombre, al haberse casado con la verdad, vive completamente solas consigo mismo. Lo que antiguamente era opinión en él, lo que era conocer las cosas a medias según sus intereses y a beneficio de inventario, hoy se ha vuelto riguroso conocimiento, interminable pasmo.
La cualidad liberadora de este pasmo es que se reproduce frente a cualquier cosa o suceso, haciendo de cuando ve una sola perplejidad. El auténtico ver es un pasmarse ante el innumerable atrevimiento del amor en expresión, un no salir del mudo asombro ante el hecho único.
No le conviene a este insondable espectáculo del mundo ningún criterio o medida, sino la más humilde rendición del juicio, madre del humor y de la camaradería de bien.
El hombre que vive en el pasmo renovado de su ser, el que se asoma a la niña más niña de sus ojos, ya no aloja la fiscalía en su fuero interno y sólo se reserva el derecho natural del boquiabierto. Ahora el bien y la belleza no son una variable más de lo manifestado, una opinión de la mente cerrada por sus vanas exigencias, sino la esencia misma de cada cifra, de cada hebra, de cada hilo, de cada filamento de la manifestación del alma.
No hay un auténtico ver más que desde la simplicidad original de la mirada (Vicente Gallego)
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