Diciembre 2016. Artículo de Fernando Rodríguez-Izquierdo

Colaboraciones del profesor Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, profesor jubilado de Filología Hispánica de la Universidad de Sevilla, autor del famoso libro "El haiku japonés" (Ed. Hiperión).

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Diciembre 2016. Artículo de Fernando Rodríguez-Izquierdo

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ECOS DE BASHOO EN BUSON Y TAIGI

No es raro que un maestro despierte ecos en sus seguidores. En esta ocasión, el título de mi artículo resulta ser muy motivado, pues la palabra japonesa "oto" 'ruido, o sones' (4) aparece en los tres autores mencionados y con sendas referencias al agua. La frase "mizu no oto" 'ruido de agua' (5) cierra por igual los haikus (1) y (3), que son respectivamente de Bashoo (1644-1694) y Taigi (1706-1772); y el verbo "tobu" 'volar, zambullirse, lanzarse' (6) aparece en los haikus (1) y (2), de Bashoo y Buson (1714-1784) respectivamente. A mayor abundamiento, las palabras compuestas iniciales de estos mismos dos haikus -a saber: "furu-ike" 'viejo estanque' (7) y "furu-ido" 'viejo pozo' (8)- tienen en común el adjetivo "furu(i)" 'viejo' antepuesto al nombre correspondiente, y una gran afinidad semántica entre los sustantivos "ike" 'estanque' e "ido" 'pozo'.

He acumulado aquí las semejanzas para presentar ahora los tres haikus traducidos, y a continuación de ellos, haré ver las diferencias. Sugiero a mis lectores que repasen las semejanzas arriba enumeradas, tras haber leído las siguientes traducciones españolas, cuya elaboración es mía.

(1) furu-ike ya / kawazu tobikomu / mizu no oto ......Bashoo

Un viejo estanque:
se zambulle una rana,
ruido de agua.

(2) furu-ido ya / ka ni tobu uo no / oto kurashi ......Buson

Un viejo pozo:
y un pez que se abalanza
sobre un mosquito,
resuena oscuro.

(3) yodo-bune ya / kotatsu no shita no / mizu no oto ......Taigi

Un barco surca el Yodo;
se oyen, bajo el brasero,
sones de agua.

En (2) he tenido que usar cuatro versos en la traducción, procurando conservar el ritmo.

El haiku (1) creo que es el más conocido de toda la literatura japonesa, tanto en Japón como fuera de Japón. Su brevedad ayuda a memorizarlo, y es comparable en fama a nuestras célebres palabras cervantinas "En un lugar de la Mancha..."

La traducción que he dado de este haiku sigue casi literalmente el orden sintáctico del haiku japonés, representando una sucesión descriptivo-narrativa: estanque - rana zambulléndose- ruido acuático. Es posible, con todo, otra traducción, sobre la cual frecuentemente han llamado la atención algunos profesores japoneses; y consiste en interpretar que hay ahí una oración de relativo -dado que nuestro "pronombre relativo" no existe en japonés, y todo se resuelve por anteposición sintáctica de la frase relativa respecto a la palabra que lo rige, la cual pasa así de ser (nuestro) antecedente a ser término pospuesto-. Para entender la carencia de pronombre relativo puede ayudarnos la construcción inglesa "this is the book I've read recently" 'este es el libro (que) he leído últimamente'; y para la anteposición de la frase relativa antes mencionada, pensemos en la construcción artificial: 'este: -(el que) últimamente he leído libro- es'. Sería esta una traducción didáctica -aunque suena horrible- de la frase japonesa (10) "kore wa saikin ni yonda hon desu" -que, por lo contrario, suena impecable-.

Según tal razonamiento, el célebre haiku de Bashoo (1) podría traducirse así: "(En) un viejo estanque: / el ruido de agua / (que hace) una rana al saltar.

Lo que puede aportar esta renovación sintáctica es el cambio de sujeto principal: de ser tal sujeto "la rana" (como en la primera traducción dada), pasaría a ser ahora el protagonista "el ruido de agua". Es un nuevo enfoque posible sobre el actante principal, que merece cierta consideración, aunque no sé si enriquece mucho la perspectiva general del haiku. Particularmente pienso que la rana, por su dinamismo, sería mejor protagonista que el ruido de las aguas.

Los comentaristas suelen subrayar, a propósito de este haiku, el impacto de lo transitorio y temporal -la rana, que resulta ser un kigo (o palabra de estación) de verano-, sobre lo permanente -en este caso, el viejo estanque-. Esta confluencia de lo efímero con lo supratemporal, marcada aquí por el impacto acústico, es comparable a la iluminación budista o "satori": una súbita visión nueva del presente.

Me resulta difícil suponer que Buson no pensara en Bashoo al empezar su haiku (2) con su verso "furu-ido ya", y al seguir con el verbo "tobu" (6), también ya empleado por su ilustre predecesor. Pero el concepto de plagio no existe en la poesía japonesa si la intuición es nueva; y dicha intuición gobierna las palabras. Aquí es un pez de agua dulce "uo" (11) -le ha venido muy bien, por cierto, la brevedad de esta palabra frente a su sinónimo trisílabo "sakana", para que le cuadre la métrica-, un pez que salta sobre un segundo interviniente, aunque pasivo éste: un mosquito "ka" (12) que a buen seguro resulta devorado en pleno vuelo. Buson añade que el sonido emitido por tal acción es "kurashi" 'oscuro' (13), con la oscuridad propia -añadimos- de un pozo, y además la de un ser vivo inmolado por el hambre de otro. Resulta curioso que el ideograma empleado por Buson para este concepto de 'oscuro' es el de "yami" 'tinieblas' (13), usado aquí como adjetivo (quizá traducible como "tenebroso"). El kigo de este haiku , "ka" 'mosquito' (12) es también de verano, como en el citado de Bashoo.

Taigi, contemporáneo de Buson, es traído aquí a colación (3) por la similitud de su verso de cierre con el de Bashoo (1): "mizu no oto". Por lo demás, toda la ambientación es distinta. Se trata ahora de la travesía de un transbordador por el río Yodo (léase "iodo") entre Fushimi y Osaka. La mención de cierto brasero o "kotatsu" (14) sobre cubierta, en atención a los viajeros, nos hace pensar en un clima invernal o tardo-otoñal. Es de notar, como interesante contraste, la cercanía espacial entre la base -caliente- del brasero y el agua -frígida- del río, mediando solo la cubierta y el casco del barco. Por lo demás, el rumor del agua predomina sobre cualquier chisporroteo de las brasas, y se hace sensible en forma de sones cadenciosos -"mizu no oto" (5)-, según la van hendiendo la proa y la quilla del transbordador.

Tanto Taigi como Buson nos han dejado pues, mediante sus haikus, un cálido recuerdo de Bashoo; al que unimos el nuestro, con un merecido aplauso a los tres poetas.

Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala
"Porque no se trata de decir cosas chocantes, sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y del modo más claro posible y más directo." Juan Ramón Jiménez

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