El dia se levanta soleado. A pesar de hallarnos en lo profundo de la montaña, la temperatura es cálida. Tan cálida que uno siente tentaciones de iniciar la excursión con ropa de verano. Sólo el viento, que aparece y desaparece a su antojo, nos recuerda que debemos ser prudentes y equiparnos con ropa más gruesa. Tras escuchar los consejos de los dueños de la masía, nos despedimos y salimos en busca de la via romana. Un antiguo camino que nos ha de llevar hasta Sant Pau de Segúries, atravesando el bosque que pobla la Garrotxa. Baldufa, la perra que tanto nos ha hecho reir y que se ha ganado todo nuestro cariño, hace caso omiso de la llamada de sus amos y sale corriendo en nuestra busca. Parece que seremos uno más en esta travesía.
perro pastor
con su nuevo rebaño
se muestra alegre
Enseguida encontramos la via romana. O lo que queda de ella. El tiempo pasa para todos, y con esta antigua calzada no se ha mostrado demasiado benigno. Faltan muchos adoquines, y los que han aguantado el paso de los años, se encuentran enterrados por la vegetación.
via romana
adoquines de antaño
cubre la hierba
Resulta emocionante caminar por aquí, pensando que hace siglos todo un imperio transitó esta ruta. Pasamos por puestos de guardia, por ruedas de molino a medio tallar, por hostales derruidos... La belleza del entorno es espectacular. Los colores del otoño invaden el bosque. Los ocres y rojos, mezclados con los verdes que se resisten a madurar, son toda una explosión de colores que no nos cansamos de contemplar. Parece como si otoño y primavera coexistieran juntos. Será el dichoso cambio climático, que a todas partes llega...
cambio climático
llega tarde el otoño
a este bosque
El recorrido es tan espectacular que las horas van pasando y no nos damos cuenta de que anochece. El dia ha transcurrido rápido, y hemos de apresurarnos a volver, antes de que oscurezca demasiado. Esta vez, seguimos a la perra, que más experimentada que nosotros, nos lleva a la masía sin titubeos. Algo más hambrientos, sólo la idea de la cena y de una buena chimenea ocupan ahora la charla.
rugen estómagos
apresuran el paso
los caminantes
Saludos
Jordi Climent