CUANDO TE LLEGA UNA SÚBITA INSPIRACIÓN...
"Cuando te llega una súbita inspiración, tal que un relámpago, haz un esbozo de ella antes de que se te borre de la mente." Es un consejo de Bashoo a sus discípulos que en su formulación original reza así:
(1) mono no mietaru hikari, imada kokoro ni kiezaru uchi ni iitomu beshi
En realidad el texto original que conservamos del maestro no alude claramente a un relámpago, sino a un fogonazo o destello de luz. La intuición expresada no está lejos de ese instante en que se capta un relámpago. Digamos que un relámpago, por su instantaneidad -en medio de un ambiente normalmente tenebroso- es un icono adecuado de la percepción momentánea que quiere transmitir un haiku. Otra frase interesante del mismo consejo de Bashoo es: (2) iitomu beshi: "haz un esbozo de ella (de la inspiración) antes de que se te borre...". Parece que ahí se adelanta la definición que, dos siglos más tarde, daría Shiki del haiku "objetivo" de Buson: (3) shasei: "el haiku como esbozo de la naturaleza".
Bashoo encarece la urgencia de dar forma a la inspiración recibida -aunque esta sea aún reformable en su dicción- antes de que al haijin se le borre de la cabeza. Es una recomendación muy psicológica, por cierto.
En este aspecto es altamente representativo el siguiente haiku de Akutagawa (1892-1927), en que dicho poeta afirma haber escrito un apunte de haiku sobre la ceniza de un brasero (mediante un atizador de las ascuas), dada la urgencia de su inspiración:
(4) hai ni kaku / onna namae mo / hibachi kana ..........Akutagawa
En la ceniza escribo:
un nombre de mujer
al calor de un brasero.
Puede resultar ahora interesante citar un par de haikus de Bashoo sobre el relámpago. En el primero de ellos, frente a la posible idea de que un relámpago ilumine con un chispazo de luz la conciencia del haijin, Bashoo nos sobrecoge con la sublime enseñanza del "no saber":
(5) inazuma ni / satroranu hito no / tootosa yo ..........Bashoo
Ante un relámpago,
quienquiera que no entienda
es admirable.
Bashoo escribió este haiku -al parecer de los críticos- conmovido por la opinión de un monje budista, quien decía que un conocimiento superficial del Zen puede hacer más mal que bien a la persona. Así pues, Bashoo abiertamente alaba a alguien que, lejos de teorizar o filosofar sobre un relámpago, confiesa su ignorancia. Coincide aquí el maestro con lo que en la ascética cristiana medieval se ha llamado "la nube del no saber", como vía a la religiosidad.
Pasando ya al segundo haiku de Bashoo, diremos que otra manera de fijar la impresión de un relámpago es contrastarla con un dato correspondiente de orden auditivo, según nos presenta el mismo maestro:
(6) inazuma ya / yami no kata yuku / goi no koe ..........Bashoo
Va ese relámpago
persiguiendo tinieblas;
canta una garza.
Las traducciones dadas hasta ahora son mías. Pero he aquí la traducción que da Antonio Cabezas a este último haiku:
Relampaguea.
Después, en las tinieblas,
grazna una garza.
Tanto el relámpago como la voz de la garza viajan hacia la tiniebla, fundiéndose con ella. Pero el haijin estuvo allí, presenció la fugaz escena, y dejó constancia del misterio entrevisto.
Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala