HAIKU DE CUMPLEAÑOS
Con una expresión que destila humanidad, Issa (1763-1827) escribió este haiku a propósito de cierto cumpleaños suyo:
(1) medetasa mo / chuu gurai nari / ora ga haru
Sea bienvenida
mi nueva primavera,
más bien gozosa.
Este haiku le sirvió también para encabezar como título –usando su último verso “ora ga haru”- un libro de poemas y prosa poética (1819), a raíz de la muerte de su segundo hijo, Sato, en plena niñez.
En el Japón tradicional, los años se cumplían coincidiendo con las fiestas de Año Nuevo, en los primeros albores de la primavera, y así los japoneses contaban sus años por primaveras (algo así como nosotros cuando decimos: “esta chica cumple quince abriles”).
Era también para ellos una ocasión de hacer recuento de la vida transcurrida, y de celebrar ese nuevo año que alborea. Así lo hace Issa, sin triunfalismos ni victimismos, sino con espíritu. Vamos a considerar sus palabras:
“medetasa” es un sustantivo derivado del adjetivo “medetashii” ‘digno de celebración o felicitación’. Lo traducimos como “sea bienvenida” (el sujeto gramatical será “primavera” –“haru” en japonés, verso 3º del texto original).
“mo”: adverbio que significa ‘también, incluso’.
“chuu gurai”: sustantivo “chuu” ‘promedio, medianía’, seguido de término adverbial “gurai” ‘aproximadamente’, que lo matiza. Esta frase entera funciona como predicado del verbo existencial “nari” ‘es’. Quiere decir algo así como ‘mi felicidad está cerca del promedio (o bien: de un término medio)’.
“ora ga haru”: invirtiendo el orden sintáctico: ‘primavera de mí ( o mía)’. Es una frase muy coloquial, por ese pronombre “ora” en lugar de “ore” (que significa coloquialmente ‘yo’).
Issa se encontraba en su madurez –unos 56 años-, y el balance que hace de su vida es prudentemente optimista, como quien dice con franqueza “No puedo quejarme”. Todo ello, a pesar de que él había sido huérfano de madre desde sus tres años, había sufrido con su madrastra, había tenido agrias desavenencias con su hermano por razones de herencia, había dejado la vida monacal por la familiar, había vivido la muerte de su padre y de un hijo pequeño, etc. No obstante todo ello, Issa disfruta ante la nueva apuesta por la felicidad que le brinda el año nuevo; y, tragándose alguna lágrima, afirma que su celebración de cumpleaños está justificada, casi alcanzando el promedio de felicidad disfrutada por sus compatriotas. Traducimos esta parte final como “(primavera) más bien gozosa”. La palabra “haru” ‘primavera’ que cierra el poema original, asume también la función de “kigo” o marca de estación; y así lo es doblemente: por referirse tanto a la Primavera propiamente dicha como también al Año Nuevo.
Pues bien, con motivo de mi 80 cumpleaños (el pasado día quince de noviembre), he recibido –encantado- varias felicitaciones de amigos del haiku, casi siempre acompañadas de haikus de los remitentes. Y como respuesta por mi parte he ideado hacer una tarjeta de agradecimiento con un haiku mío; la cual reproduzco aparte (2), dirigida en este caso a nuestro querido Grego, y los lectores y colaboradores de “paseos.net”.
Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala.