Hola amigas y amigos del taller.
El profesor Fernando Rodríguez-Izquierdo nos trae una nueva lección de haiku relativa a la mirada sobre nuestro mundo.
A partir de un haiku de Akutagawa Ryuunosuke (1892-1927) Fernando nos plantea la relación que mantenemos con nuestro mundo circundante.
Va desgranando cada uno de las palabras del haiku con su traducción directa y la versión elegida para dar sentido a los versos en castellano. A partir de los elementos sensibles y visuales se intuye una reflexión sobre el mundo y las personas.
Al final, referencia varias obras literarias que se asemejan al mensaje de este haiku.
Agradecemos una vez más a Fernando su generosidad y entrega en estas colaboraciones.
UNA MIRADA HAIKISTA SOBRE NUESTRO MUNDO
El haiku es un género poético que –acaso por su brevedad expresiva- es poco dado a filosofar, centrándose más en la intuición del momento, y en comulgar con la naturaleza circundante. Aunque, pensándolo bien, el mundo también nos circunda y continuamente nos envía mensajes, que podemos interpretar en clave de haiku.
Así sin duda lo vio Akutagawa Ryuunosuke (1892-1927), y lo plasmó en el haiku que vamos a comentar (ver icono), cuya traducción reza así:
Es nuestro mundo
caja de marionetas
allí guardadas
por su maestro.
- Akutagawa
Debido a la densidad del mensaje, me he visto obligado a introducir un verso más de cinco sílabas, si bien he cuidado el ritmo y la sonoridad del haiku español resultante. Una traducción palabra por palabra del texto original, nos daría lo siguiente:
mundo-de-interior (o adentro)-wa (= marca intraducible de tópico o sujeto)
caja-en-introduce
mago (=maestro o señor de unas marionetas o títeres)
El mundo (expresado en japonés mediante “yo”) debe tomarse aquí como nuestro mundo en tanto que entorno social, y no como ‘planeta tierra’ (que se diría “chikyuu”). Y el resto del primer verso –“no naka”- se refiere al interior de tal mundo. La palabra “naka” ‘interior o adentro de algo’, casa bien con la palabra que va a seguir en el segundo verso: “hako” ‘caja’. Nos situamos, pues, ante una caja que es metáfora del mundo; en su interior alguien ha introducido algo: “iretari” ‘mete, introduce’. Como podemos apreciar, la inspiración del haijin se va desarrollando por sus pasos.
El tercer verso nos da la clave, al revelarnos el protagonista de la acción: se trata de “kairaishi”: un artista maestro de marionetas.
Mediante este haiku, Akutagawa -su haijin- nos introduce en una reflexión sobre el mundo y las personas, aquí encarnadas por muñecos que van a poner en escena la vida real. La abstracción que nos presenta este mensaje poético se ve redimida por lo sensible y táctil que, obviamente, conllevan unas marionetas. El mensaje más inmediato puede ser este: “¿Somos realmente libres cuando nos sentimos libres o liberados?”
Una inspiración que no nos resulta ajena, pues en nuestra literatura cuenta con curiosas y notorias muestras representables sobre el escenario, como “El gran teatro del mundo” de Calderón de la Barca” y “Los intereses creados” de Jacinto Benavente. Y en prosa novelística podemos citar “Pequeño teatro” de Ana María Matute.
Damos, pues, meritoriamente nuestra bienvenida al recién comentado haiku de Akutagawa.
Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala. Universidad de Sevillla.