Bogada al sol -
a l'hort del veí
un pixallits
Colada al sol -
en el huerto del vecino
un diente de león
a l'hort del veí
un pixallits
Colada al sol -
en el huerto del vecino
un diente de león
Estamos ante un haiku muy bien estructurado formalmente, de lectura fluída y ritmo agradable a pesar de que no se ajusta a la métrica clásica.
La presencia del kire (cesura) al final del primer verso se expresa en forma de guión.
El haiku está divido en dos partes, dos imágenes totalmente diferentes pero que se complementan a la perfección.
El autor comienza posando su mirada en la ropa lavada que se seca al sol. Ese primer verso nos sitúa en una estación cálida o tal vez en un día soleado de cualquier estación. Al leerlo nos hace sentir: el calor, el color del cielo, el olor de la ropa limpia... un sinfín de sensaciones con sólo tres palabras.
El segundo verso, en el huerto del vecino, sirve de nexo con la siguiente imagen, nos lleva a un punto totalmente diferente del anterior. Algo ha llamado su atención justo en ese lugar, ¿que será?
El elemento sorpresa queda desvelado en el último verso: un diente de león.
Un diente de león, una pequeña planta, considerada por muchos como una mala hierba, ha brotado en ese trozo de tierra, y pasaría desapercibida de no ser por la mirada atenta del haijín que, al verla siente esa emoción, ese aware, que le lleva a dejar constancia de ello.
Un haiku magnífico, en mi opinión, donde las tareas cotidianas del hombre y la naturaleza conviven en armonía.
Conozcamos ahora un poco más al autor:
Desde siempre me ha gustado escribir. Escribir en general y particularmente poesía. Por azares de la vida, dejé de hacerlo durante muchos años, y no retomé la actividad hasta hace ahora 3 años. Para mí la poesía y la lectura fueron en su momento una necesidad vital y ahora han vuelto a ocupar el lugar que les corresponde por derecho propio.
Me gusta caminar también. Por poco que pueda, cada fin de semana hago alguna salida por los alrededores del pueblo, y mientras camino miro, y mientras miro inicio poesías mentalmente (ahora grabo). Una vez en casa, desarrollarlas me llevaba al final a una cierta reiteración en la expresión. No estaba satisfecho. Un día de julio pasado leí un artículo que hablaba del haiku, no recuerdo donde, y pensé que sería interesante ver de qué se trataba. Internet hizo el resto. Y hasta hoy.
En cuanto a “Bogada…” este año pasado un vecino pactó el uso de una parcela de jardín abandonado como huerto, y lo tiene bien arreglado y limpio. Da gusto la verdad. Un día de finales de Enero frío pero soleado, colgando la ropa, en un rincón bajo el ciruelo entre cuatro hierbas residuales… ¡el sol! De inmediato, captar el instante en una foto. Me encantan los impresionistas y creo que es, en pintura, lo que mejor define el haiku. Como no pinto, hago fotos. El haiku salió de inmediato, tal cual, y no le di más vueltas. Era exactamente lo que viví.
La verdad es que el haber entrado en Paseos, y también en el Rincón, ha sido y es fundamental para ir conociendo poco a poco este mundo. No solo por los comentarios que todos los compañeros del foro puedan hacer de mis entradas, también en las entradas del resto de participantes. Es seguramente la forma más directa de aprender de los errores y de los aciertos.
Lo único que noto a faltar en los comentarios en general es el fundamentarlos, por qué una entrada no se puede considerar haiku o por qué gusta otra entrada. Este tipo de comentario es residual y creo que sería el más adecuado para aprender, como digo, de los errores y de los aciertos
Este aprendizaje continuo lo voy realizando con paciencia y tranquilidad. Leyendo a los haijines en el foro y a los clásicos cuando puedo. Aún tengo que asimilar muchas cosas. Entrar en este mundo me ha servido para abrir los ojos a todo lo que me rodea, para volver a sentir curiosidad. También para no tener prisa. Ahora mismo, seguramente el haiku que sirve de pretexto a este escrito, lo modificaría algo para intentar ajustar la métrica. Pero en su momento salió como salió y en el foro creo que gustó a pesar de los fallos que yo mismo le veo ahora.
El haiku, gracias a todos vosotros, se ha convertido en una parte muy importante de mi vida.
Un abrazo, una abraçada.
Gracias Joan Anton por tu colaboración.
Como siempre, animo a los compañeros a sumarse a los comentarios.
Saludos