la ofrenda
Publicado: 17 Ago 2018, 12:23
Aun en las noches más largas hay una ofrenda. Alguien reza cada día bajo el crucero. Una oración sencilla. Un voto de pétalos con lluvia de primavera. Una promesa de hojas y escarcha. Penitencias de hierba.
Nunca lo he visto, pero justo donde mira la piedra, donde caen los ojos de un rostro sin ojos, alguien la pone cada día. Al final del verano la brisa trae el canto de los mirlos y roza los claveles o anochece sobre las rosas mientras besa el aire un raitán. Luego hay tardes de viento que llevan capuchinas por los caminos, tardes de pensamientos empapados de lluvia.
En los días de tormenta el mar hierve al fondo sobre la arena y su voz es la misma voz que la del viento en los álamos. Luego no queda nada y parece que todo fue un sueño, que nunca nadie puso flores sobre la piedra.
Cada noche vuelvo al crucero y miro la ofrenda. Miro al Crucificado, su cara de piedra. Entonces, veo sus ojos y rezo sin saber por qué.
casi la noche
en los caminos del parque
solo la lluvia
Nunca lo he visto, pero justo donde mira la piedra, donde caen los ojos de un rostro sin ojos, alguien la pone cada día. Al final del verano la brisa trae el canto de los mirlos y roza los claveles o anochece sobre las rosas mientras besa el aire un raitán. Luego hay tardes de viento que llevan capuchinas por los caminos, tardes de pensamientos empapados de lluvia.
En los días de tormenta el mar hierve al fondo sobre la arena y su voz es la misma voz que la del viento en los álamos. Luego no queda nada y parece que todo fue un sueño, que nunca nadie puso flores sobre la piedra.
Cada noche vuelvo al crucero y miro la ofrenda. Miro al Crucificado, su cara de piedra. Entonces, veo sus ojos y rezo sin saber por qué.
casi la noche
en los caminos del parque
solo la lluvia