HAIKUS CON REITERACIONES LÉXICAS POR TRIPLICADO
Siendo el haiku un poema sumamente breve y conciso -cualidad ésta que la pauta métrica de 5/7/5 sílabas ayuda a mantener- parece un caprichoso lujo que en sus versos se repitan palabras o elementos léxicos en general. Se entiende que la dicción debe fluir con rapidez y sin demoras ni retenciones. No obstante, hemos visto en artículos anteriores que existen reiteraciones léxicas de tipo onomatopéyico, hábilmente usadas en haiku, como "shin-shin" para la nieve que cae, o "notari-notari" para las olas del mar. Son construcciones léxicas de gran expresividad.El reto es mayor y la pirueta estilística roza lo inverosímil cuando algún elemento léxico se encuentra en el haiku por triplicado. Podemos hablar de virtuosismo o malabarismo verbal, pero el hecho es manifiesto.
Sin salirme de la antología de Antonio Cabezas "Jaikus inmortales", he encontrado algunos ejemplos, de entre los que cito aquí cuatro haikus. Los transcribo a continuación para contemplarlos, comentarlos y saborearlos. Los expongo por orden cronológico de producción. Las traducciones son de Antonio Cabezas.
(1) de Raizan (1654-1716)
aoshi aoshi / wakana wa aoshi / yuki no hara
Son verdes, verdes; / los retoños son verdes. / Campo nevado.
(2) de Taigi (1709-1771)
yamabuki ya / ha ni hana ni ha ni / hana ni ha ni
Mosqueta en flor: / hojas y flores y hojas / y flores y hojas.
(3) de Issa (1762-1826)
ushi moo moo/ moo to kiri kara / detari keri
Diciendo: Muu, / muu, muu, la vaca sale / de entre la niebla.
(4) de Seisensui (1884-1976)
hibari tenjoo de naki / daichi de naki / nakinagara nobori
Canta la alondra en el cielo, / canta en la tierra, / sube cantando.
En mis breves comentarios, me referiré normalmente al haiku original japonés, salvo aviso en contrario.
En cuanto a la métrica, en (1) y (3), los respectivos primeros versos de Raizan y de Issa cuentan seis sílabas. En (4), el haijin Seisensui se muestra abiertamente irregular (10/6/8 sílabas); pero esto no es de extrañar en él, ya que Seisensui fue uno de los paladines del haiku de ritmo libre. Paso al comentario de cada haiku.
(1) Reitera por triplicado el adjetivo "aoshi" 'verde' en este contexto, aunque en otro podía ser también "azul". Usa dicho adjetivo dos veces en el primer verso y una vez en el segundo. Téngase en cuenta que el adjetivo japonés comporta un valor predicativo, como si dijéramos -casi como exclamación, en este haiku-: "¡Son verdes!". Y así es, exactamente, como empieza la traducción. La aparición triple de esta palabra hace resaltar lo muy llamativo del verde joven visto en esos retoños de plantas, sobre un fondo blanco de nieve.
(2) Usa "ha ni" 'hojas y' dos veces en el segundo verso (principio y final del mismo), y una vez más cerrando el tercero, y con él el haiku. Usa dos veces "hana ni" 'flores y' en medio del segundo verso, y abriendo el tercero. Mediante esta figura de estilo transmite bien la idea de frondosidad de la mosqueta (= rosa japonesa amarilla), y es eso precisamente lo que el haijin quiere hacernos gustar. Se me viene a la cabeza nuestra manera espontánea de expresarnos cuando decimos, para describir un día playero soleado: "En la playa había gente, y gente, y más gente." En cuanto a la métrica, este haiku es modélico en seguir la pauta canónica del haiku, a pesar de sus abundantes reiteraciones. Su óptima sonoridad también se debe, seguramente, a su exclusivo uso de sílabas abiertas (terminadas en vocal, o no trabadas por consonante final de sílaba). Tal rasgo -aprovechamos para decirlo en este lugar- es compartido por (1) y (3).
(3) Nos resulta muy familiar este haiku; no en vano refleja bien el sencillo estilo de Issa. Nos suena casi como el mugido de nuestras vacas ese "moo moo" (primer verso) seguido de "moo" (segundo verso); para nosotros la onomatopeya sería "muu muu". La vaca casi no se ve por estar justo saliendo de la niebla, pero se le oye bien. Es notable, además, el efecto fónico de "kiri kara / detari keri" (fin de segundo verso, y tercer verso), por la aliteración que suponen las palabras "kiri kara" 'niebla desde', y a su vez -sobre todo por sus sílabas finales- "detari keri" 'sale + kireji (de cierre)'. Nótese que "keri" también juega aliterativamente con "kiri kara"; recordemos: "kiri kara ...keri", mediante un sugerente cambio de vocales.
(4) Es muy novedoso por la ruptura métrica con las normas, pero sobre todo se expresa mediante tres apariciones del verbo "naku" 'emitir su grito o canto los animales', bajo la forma de lo que podríamos llamar "presente conectivo": "naki" (cerrando los dos primeros versos, y abriendo el tercero). Es de notar también una especie de homofonía en los finales de la primera palabra del haiku "hibari" 'alondra' y la última, al final: "nobori" 'sube, se remonta'; a saber: "-ari...-ori".
Las traducciones de Antonio Cabezas reflejan con notable acierto muchos de los rasgos comentados.
Vemos, pues, que a través de cuatro siglos, y de distintos estilos..., con ayuda además de la métrica y de ciertas libertades asumibles en el ejercicio de la misma, nuestros cuatro haijines han conseguido darnos esas reiteraciones triples, muy especiales, cargadas de efecto sonoro y de expresividad.
Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala
Universidad de Sevilla
Universidad de Sevilla