La cariátide
que el rayo desmorona
la esparce el viento.
Vuela hacia el espantajo
el mirlo que oxea
el labriego a varazos.
Un cuervo esconde
una sortija de oro
sin mirar dónde.
Quizás no sean haikus, pero no desprecies la intención.
Saludos verdaderos. Orlando.